¡Bienvenidos y bienvenidas! En este blog podrán encontrar información sobre el increíble y apasionante Reino de los Hongos. ¿Vamos?
Reino Fungi
Este es un blog creado para el Taller Nuevas Tecnologías, en el Profesorado de Biología del Instituto Superior "Dr. Joaquín V. González", relacionado con los ejes "La diversidad en los seres vivos" en primer año de CABA y "La interacción y la diversidad de los sistemas biológicos" en primer año de PBA de los respectivos Diseños Curriculares. ¡Pero también le damos la bienvenida a curiosos y curiosas! La mejor manera de recorrer el blog es de arriba hacia abajo.
jueves, 28 de octubre de 2021
martes, 26 de octubre de 2021
Qué son los hongos y con qué se come
Reino Fungi
Los hongos son muy diferentes de cualquier otro grupo de organismos vivos aunque, por ser inmóviles y poseer una pared celular, se clasificaron durante mucho tiempo junto con las plantas. Más adelante en el tiempo, fueron clasificados por Robert Whittaker en 1959 en un quinto Reino que se conocería como Fungi (del latín, fungus). Hoy en día los organismos estudiados tradicionalmente por los micólogos se ubican en tres reinos: Fungi, Chromista o Straminipila y Protozoa. Pero, entonces ¿cuáles son las características distintivas de los hongos?
Características generales
En la actualidad, los biólogos usan el término hongo para designar a los organismos eucariotas; portadores de esporas; heterótrofos, principalmente descomponedores (saprófitos), parásitos o simbiontes; que por lo general se reproducen sexual y asexualmente; cuyas estructuras somáticas, ramificadas y filamentosas, están rodeadas por paredes celulares que contienen quitina y/o celulosa junto con otras muchas moléculas orgánicas complejas.
Son organismos que se parecen a las plantas más sencillas, aunque no poseen clorofila, dado que, salvo algunas excepciones, poseen paredes celulares definidas; no son móviles, aunque pueden poseer células reproductoras móviles; y se reproducen por medio de esporas. Una espora (del griego, spora: semilla) es una unidad diminuta y simple que se propaga por el viento sin un embrión y que sirve para la génesis de un nuevo individuo de la misma especie. Sin embargo, los hongos no poseen tallo, raíces ni hojas, ni han desarrollado un sistema vascular, como sucede en las plantas.
Los hongos generalmente son pluricelulares, y están conformados por filamentos llamados hifas que constituyen el cuerpo (soma). El conjunto de hifas que constituye el talo de un hongo se denomina micelio. Las estructuras reproductoras se diferencian a partir de determinadas estructuras somáticas y presentan una variedad de formas, a partir de las cuales se clasifican los hongos.
Diversidad
En este estudio sobre hongos haremos énfasis en los grupos más representativos. Estos son los filos Ascomycota, Basidiomycota, Zygomycota y mencionaremos también al grupo Deuteromicetes, también conocidos como hongos imperfectos.
El filo Ascomycota es el de mayor número de especies dentro del reino Fungi, y corresponden al 75% de las especies de hongos descritas. La ocurrencia de estos hongos es muy amplia, pueden encontrarse en diferentes tipos de hábitats terrestres y acuáticos en todas las latitudes. Hay también una gran variedad de formas de vida. Incluyen hongos terrestres y acuáticos, descomponedores, parásitos y simbiontes con algas y plantas.
Los Basidiomycota son hongos multicelulares, saprófitos, presentan basidios que producen las esporas sexuales. La fructificación de estos hongos se denomina cuerpo fructífero o basidiocarpo y, en su gran mayoría, son comestibles. Sin embargo, existen especies tóxicas que causan problemas digestivos y se pueden confundir a simple vista con especies comestibles.
Papel de los hongos en los ecosistemas
Los hongos contribuyen a la dinámica de los ecosistemas desempeñando un papel esencial en su desarrollo, estabilidad y función. Como saprófitos (descomponedores), los hongos se encuentran en todos los entornos terrestres y acuáticos, utilizando restos de organismos muertos como sustrato para adquirir los nutrientes necesarios para vivir y devolviendo al suelo nutrientes inorgánicos que pueden ser usados por las plantas. Como simbiontes pueden ser mutualistas (formando líquenes, micorrizas), comensales (como Mucor sp., hongo oportunista) o parásitos (como Cordyceps).
Bibliografía
ALEXOPOULOS, C. J. MIMS, C. W. (1985) Introducción a la micología. Omega
CEPERO DE GARCÍA, M. C. RESTREPO, S. (2015) Biología de Hongos. Universidad de los Andeslunes, 25 de octubre de 2021
¿Quiénes estudian a los Hongos?
"Botánica, J. Izco" |
domingo, 24 de octubre de 2021
¿Cómo clasificamos a los Hongos?
En esta infografía interactiva podrás hacer un recorrido histórico sobre la posición taxonómica de los Hongos y comenzar a comprender su filogenia, es decir, su parentesco con otros seres vivos.
viernes, 22 de octubre de 2021
Un documental impresionante
miércoles, 18 de agosto de 2021
Cuenta la leyenda...
Contaba una anciana que vivía en una casita con techo de tejas francesas en la arbolada Villa Gesell de hace cuarenta años una historia muy particular.
Una noche sacó a pasear a sus perros y, como siempre, el viejo y petiso sabueso de raza indomable tomó la delantera de la tropa. Empezaba a bajar el frío del mar y la también vieja Juana decidió juntar a los perros y volver a la cálida casita. Pero no hubo manera de encontrar al perro viejo y medio sordo que no respondía ni a los gritos cada vez más nerviosos de su dueña.
Después de una extensa búsqueda, la vieja volvió a su casa y encerró a los otros perros y, abatida, quedó en el jardín apoyada en un árbol. No recordaba cómo la habría sentido o escuchado, pero una voz muy queda, casi susurrante, le dijo: -el viejo perro está durmiendo medio escondido en un tronco hueco, bajo el árbol de la esquina en la otra cuadra. No sabía si lo había escuchado o si se lo había imaginado, pero no tardó un momento en correr a buscar a su
perro. Y allí lo encontró, acurrucado y profundamente dormido en el hueco de un tronco seco.
Al día siguiente, le comentaba muy extrañada la aventura a su vecino alemán, también un anciano. Éste le preguntó en qué árbol se había apoyado, ella se lo señaló y el alemán lo reconoció: era un abedul. Luego fueron a ver el lugar donde se había encontrado al viejo perro. Ahí lo sorprendente de esta historia. Junto al tronco seco se alzaba, vigoroso, otro abedul.
¿Se hablan entre sí los árboles? ¿Se compadecen de nosotros y nos ofrecen su ayuda? ¿Pavadas de una vieja o somos parte de un todo inmenso y todavía no empezamos a entenderlo?
Las micorrizas (mico=hongo, riza=raíz), en las que participa el 80% de las plantas vasculares, son el producto de un proceso de coevolución, en el avance colonizador de las plantas acuáticas primitivas hacia el medio terrestre. Participan hongos de los filos Basidiomycota, Ascomycota y Glomeromycota. Son hongos que establecen relaciones simbióticas con las plantas, donde la planta aporta el suministro y transporte de fotoasimilados y el hongo aporta nutrientes y minerales que de otra forma no estarían a su alcance.
En las ectomicorrizas, las hifas del hongo envuelven a las raíces colonizadas, o bien, pueden penetrar la raíz entre las células de la corteza y formar la red de Hartig. Se encuentran en bosques de coníferas de zonas templadas y en especies arbóreas tropicales.
Las micorrizas arbusculares son las micorrizas más comunes y se encuentran asociadas a cultivos, plantas herbáceas silvestres, árboles, helechos y algunas briofitas. Las hifas de estos hongos penetran en y entre las células de la corteza de la planta, formando arbúsculos.
Lo interesante de remarcar, más allá de lo estrictamente nutricional, es la red de comunicación que establecen los árboles y las plantas de esta manera. Por ejemplo, se ha visto en árboles de Abedul que le transfieren carbono a los árboles más pequeños que pueden no estar recibiendo suficiente luz solar, lo que permite que estas plántulas crezcan a la sombra de otros árboles. Se ha estudiado en plantas de Habas interconectadas por micorrizas y expuestas a Áfidos, las plantas comenzaron a excretar sus defensas químicas contra áfidos de forma conjunta, a pesar de que algunas todavía no hubieran sufrido un ataque del insecto fitopatógeno.
Esto nos permite comprender que un bosque es más que una colección de árboles individuales. Ya no compiten por los recursos, sino que los comparten. Actúan de manera colectiva.